top of page

Reflexiones sobre el trabajo en equipo

  • Licda. Giuseppina Varsi _ Psicólga Especialista en
  • 27 abr 2018
  • 4 Min. de lectura

Una de las cosas a las que me he dedicado en mi práctica profesional es a trabajar en el área del Desarrollo del Talento Organizacional. Actualmente brindo consultoría sobre situaciones relativas a este campo, y ocasionalmente escribo sobre temas vinculados al área. Mi objetivo con en estos escritos es simplemente expresar y compartir algunas de mis reflexiones sobre temas relativos a situaciones que experimento en mi experiencia laboral. Quizá las mismas sirvan para que otras personas que viven situaciones retadoras en su organización, puedan enfrentarlas desde un abordaje diferente que acelere el cambio que buscan.

He estado reflexionando sobre el tan conocido tema del trabajo en equipo. Muchas empresas acostumbran invertir tiempo y dinero tratando de fortalecerlo, con el objetivo de propiciar el buen funcionamiento de toda la organización. Se parte del precepto de que el trabajo en equipo implica la intención de las personas o áreas de trabajar en cooperación mutua, de manera interdependiente, para contribuir al logro de un propósito común al grupo, entendiendo éste como un conjunto de personas o áreas separadas entre sí que comparten esa intención. Se considera que cuando alguna de ellas no está funcionando bien, no permite que el grupo lo haga.

Podemos ir más allá de este concepto y enriquecerlo incorporando dos nociones fundamentales: la de la interconexión y la del holograma.

Actualmente existen muchas investigaciones que ponen de manifiesto que vivimos en un universo interconectado. Uno de los ejemplos más claros al respecto es el de nuestro cuerpo. Éste se compone de cincuenta trillones de células que trabajan total y absolutamente conectadas entre sí y comparten no solo sustancias químicas sino la energía de su campo electro magnético, mediante el cual se comunican entre ellas a nivel vibratorio. Podemos decir que nuestro cuerpo es una comunidad de 50 trillones de células. Cuando todas viven en armonía hablamos de “salud”, y llamamos enfermedad a la carencia de esta armonía. Si una de las células pierde su equilibrio, las demás también lo hacen, y su funcionamiento desarmónico será el mismo del cuerpo en su totalidad. Así, este último visto como una comunidad, empieza a desmembrarse. De aquí que sería difícil pensar que en estas circunstancias unas partes funcionen bien y otras no. El desequilibrio de algunas células es el mismo de todo el cuerpo, y viceversa. Podemos comprender mejor esto a partir del concepto del holograma, fundamental dentro de la Física Cuántica.

Tal concepto afirma que el todo está contenido en la parte y ella está contenida en el todo. En otras palabras, parte y todo son lo mismo. El Universo es un holograma; cada una de sus partes está contenida y contiene en sí misma a una totalidad mayor. El funcionamiento de una reflejará el de la otra; el cambio en una será visible instantáneamente en la otra (Paradoja EPR y Teorema de Bell sobre la no localidad de las partículas subatómicas). Volviendo al ejemplo del cuerpo, podemos decir que holográficamente la célula, que es la parte, contendrá al todo, que es el cuerpo, y viceversa. Para entenderlo mejor podemos visualizar cada célula como un “cuerpo en miniatura” que funciona igual que éste: se alimenta, crece, se reproduce y muere.

Una organización al igual que nuestro cuerpo es una comunidad, una totalidad, en la que sus partes son las personas. Desde el concepto del holograma estas últimas están contenidas y contienen a toda la organización. Por tanto el funcionamiento en una de ellas será el mismo que el de la otra, y cualquier cambio que ocurra en una acontecerá también en la otra.

Es común escuchar frases como: Aquí no se trabaja en equipo” o “Aquí hay un área o una persona que no trabaja en equipo como las demás”. Esta afirmación no sería coherente con el planteamiento anterior que parte del paradigma de un universo holográficamente interconectado. Primero porque desde este paradigma siempre se estaría trabajando en equipo. Lo que cambia es la forma de hacerlo, la cual puede ser armónica o desarmónica, y conducir a la salud o a la enfermedad. Segundo porque no sería posible que en una organización existan áreas o personas que no están funcionando bien y el resto sí. La disfuncionalidad de alguna parte es también la de la totalidad y viceversa. En este caso diríamos que ambas están enfermas.

Quiero concluir esta reflexión volviendo a señalar el objetivo que me movió a escribirla, el cual es el mismo que me motiva a escribir todas: ofrecer a otras personas que experimentan situaciones retadoras en su organización, en este caso relativas al trabajo en equipo, alternativas para que puedan enfrentarlas desde un abordaje diferente que acelere el cambio que buscan. Enfocar el trabajo en equipo desde una perspectiva de no polaridad, sino más bien de totalidad, integralidad e interconexión, puede propiciar ese cambio. Bajo esta perspectiva podremos tomar consciencia de cuánto esfuerzo hemos invertido en buscar el error en alguna de las partes de la organización e intentar corregirlo allí, obteniendo pocos resultados o diferentes a los esperados, y tal vez en un tiempo mayor al que habíamos planificado. Tendremos así la oportunidad de elegir cambiar nuestra estrategia y empezar a observar el funcionamiento de toda la organización, percibir el error y corregirlo desde allí, permitiendo que el cambio sea visible más rápidamente en todas las partes.

 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page