Te has preguntado por qué elegiste a tu pareja?
- Licda. Giuseppina Varsi _ Psicólga Especialista en
- 2 mar 2017
- 3 Min. de lectura
Crees que elegiste tu pareja conscientemente y te dices: “La elegí por su personalidad. Me gustaron sus habilidades intelectuales o físicas, sus aficiones, su profesión, su nivel económico, el lugar donde vive, etc. Me di cuenta que a su lado podía satisfacer mis necesidades y deseos, alcanzar mis sueños”.
Lo que quizá no sabías es que cuando eliges tu pareja te mueven creencias y emociones asociadas a situaciones vividas por ti o por otras personas del clan familiar (memorias del transgeneracional). Esta información se encuentra en tu inconsciente, en tu memoria biológica, y la desplegarás eligiendo una pareja con quien puedas vivir experiencias similares o contrarias. Es ella la que te mueve a prestar atención a las características de la persona en que te fijaste y te dirige a tomar una decisión u otra. Algunos ejemplos de ella son:
-Información asociada a tus vivencias amorosas anteriores. Según hayan sido tus experiencias con otras parejas podrás elegir a alguien completamente diferente a ellas y estar consciente de ello. Por esta razón puedes creer que realizaste libremente tu elección para no “caer en lo mismo”. Lamentablemente ello no es así. Cuando eliges lo opuesto es que aún mantienes activo el conflicto emocional que te llevó a elegir a tus parejas anteriores. Recuerda que éste se puede manifestar en forma positiva (repetición) o negativa (oposición o sentido contrario). Por tanto tu inconsciente reconoce a ésta como la misma persona y te hará reaccionar ante ella como lo hacías con las anteriores. Tu consciente sabe que lo que esté sucediendo no es la misma situación. Pero tu inconsciente es atemporal y para él estarás viviendo lo que ocurrió en el pasado.
- Tus vivencias con tu padre y tu madre. Si tu relación con tu madre fue muy buena probablemente buscarás alguien que se le parezca. Si más bien fue poco afectiva elegirás a alguien te “cuide como una madre”. Si admirabas mucho a tu padre posiblemente buscarás una pareja que tenga sus mismas características. Si no soportabas algo de él buscarás una pareja que también odie profundamente eso mismo. Es importante tomar consciencia de cómo las vivencias con tus progenitores te han movido a elegir tu pareja para que no le hagas vivir una realidad que no es la suya. Obsérvate detenidamente a ti mismo en una de las peleas que has tenido con tu pareja. Observa el motivo de la pelea, tu queja, y pregúntate con quién estás peleando realmente. Puede que descubras que inconscientemente lo haces con tu padre o con tu madre.
- La información que tienes sobre la relación de tus progenitores. Ésta te puede llevar a elegir una persona con quien puedas experimentar una situación similar o contraria a la que ellos vivieron. Si en su relación hubo infidelidades o maltrato probablemente elegirás una pareja con quien te sea posible repetir el patrón del que fue infiel, o bien el de quien fue la víctima. Si entre ellos hubo separación o abandono, probablemente para ti será muy complicado elegir parejas para mantener relaciones de larga duración. Si eran personas afectivamente frías elegirás una pareja con quien puedas repetir una relación igual, ya sea que esta persona sea fría contigo o que tú lo seas con ella. O bien elegirás totalmente lo contrario. Si te triangulaste (tomaste partido) en la relación, ocupaste un lugar que no te correspondía y estableciste lealtades profundas con uno de ellos, lo que te incapacitó para valorar y respetar al otro. Posiblemente elegirás una pareja cuyas características te lleven a valorarla y respetarla poco.
- Los programas de tu clan familiar, sustentados sus creencias propias, los cuales se han transmitido de generación en generación. Estas creencias son limitantes y tienen una poderosa influencia en tu elección de pareja y en general en la forma en que percibes la vida. Ejemplos de ellas son “La maternidad es la realización de toda mujer”, “Los hijos son la fuente de la felicidad”, “Los hombres solteros terminan enfermos”, “Todos los hombres son infieles”, “Debes ser tolerante ante la infidelidad de tu marido”, “Debes mantenerte guapa y chinear a tu marido para que no te deje”, y muchas otras más.

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